Como es habitual
todos los años, más de 20 mil fieles veneraron al sagrado madero de la Cruz de Motupe en su día central de festividad.
Desde
tempranas horas de la mañana (domingo) los fieles llegaron de todos los
lugares en compañía de su familia para participar de la Santa Misa que
fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Jesús Moliné
Labarta.
Los
fieles acamparon en el parque del distrito para poder alcanzar los primeros
lugares de la cola, y poder así orar al santo madero. Ni la inclemencia
del sol impidió que la fe desbordara los corazones de los fieles quienes
llegaron desde los distritos más alejados de la región Lambayeque y de otros
lugares del Perú.
En
su homilía el obispo Jesús Moliné dijo que esta fe en las calles debe
reflejarse en los corazones cada día para limpiar las cosas negativas que
existen actualmente en la sociedad.
La
cruz permaneció en el templo San Julián hasta las 6:00 p.m. para después partir
en procesión por las principales calles del distrito.
El
madero lució radiante, adornada con joyas de oro y plata, bajo un impresionante
arco de metal. Su ingreso al pueblo de Motupe se dio en medio de una apoteósica
bienvenida.
Muchos
de los fieles derramaron algunas lágrimas al recordar que hace un año, fue
cortada en 5 pedazos y despojada de todas su joyas. Sin embargo, dijeron que
este hecho debe marcar una profunda reflexión, pero lo más importante, debe
fortalecer y edificar su fe.
El
pueblo de Motupe fue adornado de alfombras de pétalos de rosas, por donde
transitaron las andas del santo madero.
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